martes, 4 de septiembre de 2007

Alain de Botton

Alain de Botton es un ensayista suizo que aboga por "la filosofía de la vida diaria", según la cual, la preocupación fundamental de la filosofía debería ser prepararnos para la felicidad. Aquí presento un fragmento de una entrevista que le hizo Eduard Punset en el programa Redes, de Televisión Española. Que la disfrutéis!!

Eduard Punset:Pero el amor es una ilusión, ¿no? Es casi como la ilusión de Müller… Müller…


Alain de Botton:De Müller-Lyer.


Eduard Punset:De Müller Lyer…


Alain de Botton:Sí. Se trata de un efecto famoso: tenemos dos líneas de la misma longitud, pero con distintas flechas en el extremo, y una línea parece más larga que la otra en función de eso. Yo lo comparo con el sentimiento del amor, porque la decisión de querer a alguien es muy subjetiva. La decisión de que alguien merece tu amor es casi una decisión religiosa: se basa en la fe y no en la lógica. Por eso es tan aburrido escuchar a una persona enamorada, cuando dice: «¡Ah! Mi novia es tan maravillosa, tan guapa…» etcétera, y luego tú conoces a la persona y piensas: «¡Pues a mí no me lo parece!». Es casi como un sueño subjetivo que esa persona ha llegado a creerse.


Eduard Punset:Sí. En realidad depende del que mira y de lo que se imagina... de hecho, al escucharte hablar de este tema, es increíble, en nuestra vida cotidiana conocemos a tanta gente que es totalmente incapaz de admitir que la persona a la que ama pueda tener algún tipo de imperfección... ¡Es decir, creen que esa persona es perfecta! De hecho resulta tan extraño, cuando te paras a pensarlo...


Alain de Botton:Sí, y justamente por eso el amor romántico es, en cierto modo, una emoción bastante inmadura, porque básicamente lo que dice es: he aquí un ser humano totalmente perfecto, como un ángel, etcétera. Por supuesto, con el tiempo la gente descubre que esa persona tiene imperfecciones, porque en eso consiste ser humanos. Pero en los momentos iniciales del amor consideramos a la persona que queremos, especialmente si no la conocemos muy bien, como alguien muy, muy especial.El idilio más fácil es el que tenemos con gente que no conocemos. Pongamos que estás sentado en un tren, y te quedas mirando a alguien atractivo frente a ti, y piensas: «¡qué maravilloso sería estar con esa persona!». Por supuesto, si estuvierais juntos habría problemas, pero mientras no conoces a la persona, y nunca habéis hablado, eres libre de imaginar que es un ser humano perfecto. Y siempre buscamos a la persona perfecta. Esto es lo que inspira la fantasía romántica, en realidad.


Eduard Punset:Y por eso surge una tragedia tan grande cuando llega la ruptura.


Alain de Botton:Exacto, porque supone un desengaño, como cuando un niño que ha depositado toda su fe en Papá Noel aprende que Papá Noel no existe. Surge entonces una gran rabia contra aquello en lo que habías creído con mucha intensidad. Y éste es uno de los grandes problemas de las relaciones: cómo va llegando lentamente la decepción. Y es también el problema del matrimonio: hoy en día la gente es cada vez menos capaz de seguir casada... Resulta muy fácil enamorarse locamente, pero muy difícil mantener el matrimonio. Creo que un matrimonio a largo plazo es un ejercicio que consiste en saber llevar áreas de gran decepción. Esto no es algo que nos enseñe la sociedad.


Eduard Punset:¡Eso es!


Alain de Botton:Con el desmoronamiento de la justificación religiosa del matrimonio, la idea de analizar de un modo maduro a otra persona se ha vuelto problemática.


Eduard Punset:Otra cosa fascinante que sugieres sobre el amor, y que puede ayudar a la gente a vivir mejor, es que dices que cuando haces algo que te ha costado trabajo o que has hecho o creado tú... bueno, lo aceptas fácilmente porque lo controlas, en cierto modo. Pero el amor, dices, es algo tan aleatorio...


Alain de Botton:Sí. Nunca podemos controlar totalmente los motivos por los que los demás nos quieren. Por eso duele tanto el rechazo amoroso, y es tan maravilloso que te acepten. Muy a menudo, si hablas con otras personas sobre por qué se han enamorado, te dirán: «bueno, simplemente me encanta la manera como sorbe su té», o algo así. ¡Son detalles muy pequeños! O te dirán: «odiaba a esa persona porque no me gustaban nada sus gafas». Con frecuencia, detalles muy, muy pequeños nos ayudan a enamorarnos o desenamorarnos. Y no controlamos, en realidad, ese tipo de cosas.


Eduard Punset:Y como no las controlamos, somos los únicos animales que pueden llegar a disgustarse tanto como para estar dispuestos, incluso, a suicidarse. Sería inconcebible que un perro pudiera suicidarse porque le han rechazado...


Alain de Botton:Sí. Así es. A menudo preferimos morir a vivir sin cierta persona, y esto demuestra la gran tragedia del amor. Creo que es muy normal, tras un rechazo amoroso, tener fantasías de suicidio. Muy poca gente se suicida realmente, pero muchísima gente fantasea con la idea, ¡lo que demuestra que el amor es una emoción increíblemente poderosa y que hay que tener cuidado!

1 comentario:

Jorge dijo...

el otro dia lei,que hoy en dia hay mas rupturas matrimoniales justamente xq la gente se casa x amor y no x necesidad como antes,el amor es mucho mas efimero,y cuando se acaba toca "aguantar" segun que comportamientos que hoy en dia casi nadie esta dispuesto a aguantar y q antes si q se hacia x la iglesia,x el q diran,x los hijos.yo...no quiero pensar asi,confio en q no sea asi!!!